Salid
de en medio de ellos... Hoy la iglesia está más preocupada por fama, poder
económico, estatus y actividades mundanas. Pocos quieren obedecer a Dios y
edificar su vida con su verdad. Los sedientos pecadores hayan iglesias llenas
de indiferencia y mucho formalismo con estructuras religiosas que brindan activismo
religioso, con un mensaje muy pastorcéntrico
e iglesiocéntrico que no transforma a nadie.
Salid de en medio de ellos... Huye de donde no hay palabra ungida, ni fe genuina, apártese de donde el culto es al ego de sus líderes, salgan de donde no hay un impacto real sobre sus congregados. Observen que tan efectivos son afuera y si hay un impacto real en la sociedad, porque cuando cada uno anda por lo suyo propio solo hay apariencia de piedad.
Salid
de en medio de ellos... La casa de Dios es un lugar de refugio donde el
pecador llega para ser transformado por el poder de Dios mediante la sana doctrina,
la oración, la fe y sobre todo por el amor de los que sirven allí. Pero en los últimos 20 años lo trivial remplazó lo espiritual y cientos
de predicadores se hicieron especialistas en mover emociones, los músicos
en hacer mucho ruido y por falta de unción implementaron la iglesia con luces y toda clase de estrategias del
mundo secular.
Escapar
es la solución pues Dios no habita entre creyentes tibios, llenos de
filosofías humanistas y de avaricia.
El
Señor dice: "cuando la sal pierde su sabor es pisoteada" así
vemos hoy muchos creyentes derrotados haciendo lo mismo que el mundo hace y no
son redargüidos par a ordenar sus vidas y alinear sus emociones y sentimientos bajo
la palabra de Dios.
Una congregación nunca es buena por tener músicos profesionales, ni por un pastor famoso, es necesario
que se predique el mensaje de arrepentimiento para Salvación según la sana
doctrina, porque la palabra que transforma no contiene fórmulas mágicas, ni falsas ilusiones.