La Biblia dice: Ten cuidado
de ti mismo... Y de
la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti
mismo y a los que te oyeren. 1 Timoteo 4.16 Pablo
advirtió sobre el peligro de desviarse de la sana doctrina en la que
Jesucristo es el fundamento para discipular a otros. Timoteo
vivía en Éfeso, una ciudad sumergida en la idolatría por la diosa griega
Diana por lo que Pablo le advirtió: "Cuida tus pensamientos tus
deseos, tus ideas porque pueden llevarte al fracaso espiritual"
Debemos enseñar una fe correcta, Cristocéntrica, la necesidad
de un profundo arrepentimiento que se evidencie en un cambio en el carácter
y estilo de vida.
Educa con tu ejemplo de vida...Estudia la palabra de
Dios, exhorta en amor, ejercita los dones y la piedad pero sin
manipulaciones, no pervierta el don y la doctrina por avaricia. No
deposite su confianza en el conocimiento humano, evite las griterías y las palabras con argumentos
rebuscados, no manipules emociones con psicología, con nueva era y con ideas
humanistas porque ese tipo de enseñanza
adulterada hace descarriar a muchos.
Un tibio miente, traiciona y llama malo a lo bueno
y bueno a lo malo, pierde su sazón como sal de la tierra, olvida su primer
amor por Dios, no le importa si honra o no a Dios. Vemos a cientos de sacerdotes abusando de la palabra de Dios, queriendo
construir sus propios reinos sin que les importe la salvación de las almas.