Páginas

No contristéis el Espíritu Santo

No contristéis al Espíritu Santo… Si se pierde la comunión con el Espíritu Santo, "no" se es, redargüido de pecado y de juicio, no se recibe la gracia de la consolación, nuestra lámpara pierde poco a poco su luz, su brillo, no hay discernimiento en el estudio de la palabra de Dios, no hay fruto del Espíritu Santo, los dones no se manifiestan, no hay autoridad sobre el mundo espiritual.  Es por esta causa que tenemos ausencia del verdadero poder de Dios en la iglesia actual. El camino correcto es Jesucristo y su Santo Espíritu quien nos ayuda a crecer en pureza y en santidad. Si mora en nosotros tendremos pensamientos puros. No hay espacio para argumentos, ni filosofías humanas, mucho menos para falsas doctrinas.

Si tenemos comunión con  el Espíritu Santo nuestras palabras, acciones y actitudes son diferentes, no estamos más sujetos a la naturaleza pecadora, hemos vencido la rebeldía porque proviene de satanás, no andamos en  desobediencia, ni en orgullo, ni somos controlados por las emociones como: soberbia, ira, enojo, amargura, resentimiento y falta de perdón. No olvidemos que separados de Dios nada podemos hacer. Se pierde el deseo de  ir a la iglesia, no hay rema a nuestro espíritu, no hay deleite en la lectura bíblica, no hay tiempo para orar, ayunar y dialogar con Dios. No hay verdadero fruto delante de Dios. En este estado de tibieza el pecado empieza a rondar la mente y la alarma de la conciencia se apaga.  

No contristéis al Espíritu Santo…  Jesucristo fue el primer consolador, él dijo: “Y yo rogaré al Padre,  y os dará otro Consolador,  para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad,  al cual el mundo no puede recibir,  porque no le ve,  ni le conoce;  pero vosotros le conocéis,  porque mora con vosotros,  y estará en vosotros" Juan 14:16-17; Si contristamos al Espíritu Santo no recibimos su  bálsamo, y no podemos tampoco consolar a otros. 2 Corintios 1:3-4

Jesucristo dijo: Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.  Mateo 5:14, y esto se cumple si el Espíritu Santo mora en nosotros. Si estamos carentes del aceite del Espíritu Santo nuestra lámpara estará opaca o sin Luz como paso a las cinco vírgenes que perdieron su oportunidad por falta de aceite. Mateo 25.  Si contristamos al Espíritu Santo debemos arreglar la situación porque si no es así no hay luz de Dios iluminando nuestra alma y en ese estado de tibieza dejamos de entender las Escrituras.

Jesucristo dijo: “Mas el Consolador,  el Espíritu Santo,  a quien el Padre enviará en mi nombre,  él os enseñará todas las cosas,  y os recordará todo lo que yo os he dicho.  Juan 14:26  El Espíritu Santo enseña todas las cosas, pero si no hay conexión su enseñanza no llega a nosotros. Las falsas doctrinas comienzan a surgir, enseñanzas distorsionadas y carentes de poder al perder autoridad en la Palabra.

Marcos 1:22 dice: “Y se admiraban de su doctrina;  porque les enseñaba como quien tiene autoridad,  y no como los escribas"  La gente al oír a Jesucristo se admiraba de su doctrina; porque tenía autoridad del Espíritu Santo de Dios.

No contristéis al Espíritu Santo…  Un cristiano sin el Espíritu Santo es un cristiano sin poder.  Es necesario vencer la tentación para no romper la comunión.  Dios nos dio la sangre de Cristo que nos limpia de pecado cuando nos arrepentimos y confesamos nuestras faltas.   Nos ha dado al Espíritu Santo que nos redarguye cuando pecamos y nos lleva al arrepentimiento.   Nos ha dado a su hijo como nuestro abogado e intercesor. Tengamos presente que pecado no confesado es pecado no perdonado, es ley de Dios y esta es inquebrantable.